Navidad, ese momento en que católicos, incluídos todos aquellos que sólo en esta época del año practican las creencias asociadas al catolicismo, conmemoran la llegada del niño Jesús. Me parece insólito que aún tanta gente lo conmemore. Y es que cuando adultos ven la fantasía que en niños produce el viejito pascuero (Papa Noel, Santa Claus, San Nicolás, Colacho o como quiera vd. llamarle), el conejo de pascua (a.k.a. conejito primavera en Estados Unidos) o el ratoncito de los dientes, aparece en mí el adulto que ve en ellos nada más que niños creyendo en dios.