Analfabetismo

Cuando la calidad en la educación no importa

Temas incómodos sobre los que hablar, sobran. Temas interesantes sobre los que hablar, abundan. Uno de éstos últimos es la educación, la que muy comúnmente es tema de debate en cualquier momento y lugar. Mucho se habla y estudia al respecto. Voces piden educación gratuita. Otros hablan de acceso contrastado con calidad. Pero, ¿Quién habla sobre los analfabetos? Esos individuos que no saben de más o menos educación. Esos individuos que no saben de calidad o lucro en la educación. Ellos no saben leer. Ellos tampoco saben escribir.

¿Con cuántos analfabetos usted ha interactuado durante el último año?
¿A cuántos conoce?

Probablemente responda ambas preguntas con un incómodo:

Ninguno.

Y es que en este caso, ellos no son siquiera tema al hablar de educación. Que lindo es ver como gente marcha pidiendo mayor y mejor acceso a la educación. Igual de hermoso es ver como todo este espectáculo es cubierto por medios escritos que los analfabetos no pueden siquiera leer.

Acá pasa que no se entiende al menos como a mí me gustaría el concepto de educación. Piden mejor educación, hablan de complejos sistemas de ingreso y financiación. Hablan de lucro y hablan de segregación. Pero, ¿Quién habla de los analfabetos? Nadie. Nunca.

Es normal, común y básico. Nadie piensa en lo cotidiano la siquiera remota posibilidad del analfabetismo. Personas así andan por ahí, muchas veces en secreto, ocultando su verdad: la de ser analfabetos.

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