Catando café

Las catas de vino son conocidas popularmente por ser un arte refinado. El entrenar el paladar para degustar este licor apasiona a muchas personas de todas las culturas. Pero al mundo del vino le llegó competencia: el café. Aunque el catar café es un arte que lleva tantos años como los cafetales entregándonos sus granos, estas últimas décadas en las que la cultura café se ha reforzado, el aprender a catar esta bebida está ganando cada día más adeptos.

Una cata básica de café se divide en cuatro pasos fundamentales:

Aroma

Sabemos que nuestro sentido del olfato está directamente relacionado con el sentido del gusto. Por esto, lo primero es buscar los aromas que tiene el café que estamos catando.

Cada grano de café se cosecha en un cafetal que a sus alrededores tiene distintas plantaciones. Esto, además del método de procesamiento y nivel de tostado del grano, hace que en una taza puedas sentir varios aromas, que incluso te lleven a recuerdos de otros momentos de tu vida o quizás a lugares que ya tenías olvidados. Los aromas que puedes sentir son tan variados como tus recuerdos. Usualmente destacan los terrozos, florales, a nueces o cacao.

Una buena manera de poder percibir el aroma es cubriendo con una mano la taza de café, encapsulando el aroma. Para lograr un buen resultado, es importante asegurarse de no tener las manos con algún olor fuerte anterior, como a cigarros o cremas.

Sorber

La segunda parte en una cata de café es probarlo. Lo importante en esta parte es sorber ruidosamente. La idea de esto es no quemarnos, ya que con las bebidas extremadamente calientes las papilas gustativas se adormecen, lo que no permite una correcta degustación. Además, el sorber nos permite oxigenar las papilas y repartir el líquido por toda la lengua.

Localizar

Mientras degustamos el café, tenemos que pensar en qué parte de la lengua se localiza el sabor. También podremos notar el peso del café en boca, y el cuerpo que este tiene. Un café más amargo se quedará al centro de la lengua, mientras que uno más ácido permanecerá en los costados. Un café con toques cítricos nos hará salivar como cuando comemos limón.

Así, solo con concentrarnos en qué lugar queda nuestro café, podemos encontrar tantas apreciaciones como personas.

Describir

La última parte en una cata de café es comentar y describir qué es lo que percibimos. De esta manera nuestro punto de vista se encontrará con el de otro, y así comparando podremos llegar a sentir lo que en un principio dejábamos pasar.

Luego de realizar una cata es interesante buscar algún tipo de comida que complemente con el tipo de café que estamos probando. Cada café complementa con un plato distinto y encontrar la mezcla perfecta es lo entretenido. Un equilibrio en el que el sabor del café no le gane a nuestro acompañamiento, ni viceversa.

Con estos pasos podremos lucirnos frente a los amigos, y también aprender un poco más sobre la que cada día tiene más adeptos, la cultura café.

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