Como primer comentario antes de dar un dictamen certero y lapidario, me remitiré a decir a que esto depende irrestrictamente a como quiera afrontarse, hay que sostener bien el vaso antes de aventurar decir “medio-lleno” o “medio-vacío”.
Dentro de estos casi mil días con el presidente Piñera, destaco personalmente ciertas medidas que no ahondaré, con el fin de hacer más amena su lectura y pues al final les dejé el link de un hermoso PDF que el gobierno ha preparado, para dar conocer sus obras.
Éstas reformas, imposibles de negar y valorar tales como las reformas laborales y la operación del Ministerio del Trabajo en sí, junto al postnatal de 6 meses, la planificación-país de cómo afrontar el crecimiento interno en un mundo en crisis, el cese de un par de proyectos termoeléctricos, ciertas leyes específicas; como la de tolerancia cero, subsidios bien focalizados como la eliminación del 7% a la tercera edad, junto a ciertas reformas en educación y la rebaja al interés de los créditos universitarios, son solo algunas de las obras de este gobierno.
No obstante, la derecha funciona mal, la inexperiencia a los cargos gubernamentales y fiscales es evidente. El terremoto por su parte cambio buena parte del programa de trabajo presentado en la campaña; adaptándolo a las nuevas necesidades país, la re-aparición del movimiento estudiantil, la utopía de erradicar la delincuencia y cifras engañosas arrojadas por estudios públicos y concesiones de compra y licitaciones, han sido golpes bajos bastante fuertes, que no han sabido abordar a causa, de la ya mencionada, inexperiencia.
Sin embargo esto va más allá, teniendo una raíz profunda en los problemas internos entre la Unión Demócrata Independiente (UDI) y la Renovación Nacional (RN). Con raíz varios años atrás, cuando a mi juicio, por culpa de la misma UDI que no hizo gran esfuerzo en presentar algún otro candidato con el fin de no opacar la ascendente candidatura de Piñera y el futuro gobierno de la nueva derecha, por lo que se vieron obligados a votar por el mal menor, lo cual es un pésimo error, en ciertas ocasiones.
La Udi Casi obligada a votar por un candidato que apoyaba una mejor inclusión para los homosexuales en nuestra sociedad, que legitimó las uniones de hecho, un candidato que quería mejorar a la clase media trabajadora apelando a ciertas necesidades propias de un segmento amplio y marginado de la política fiscal, llegando incluso a chocar diametralmente con sus propios intereses, aún más con los de la misma UDI, los cuales son algo más doctrinales, y donde temas valóricos como estos, repercuten bastante.
Las distintas perspectivas de un mismo tema afloran dentro de un único equipo de trabajo, inspirando incertidumbre y desconfianza, que no pasan desapercibidas. La promesa de cambio no es satisfactoria al parecer, más cuando la misma Concertación utiliza estas diferencias para mediatizar las discrepancias en virtud de sus intereses para decir que al parecer son peores que ellos, pues cometen sus mismos errores, que tanto criticaron alguna vez. Volviendo a la lógica del mal menor nuevamente.
Los ministros presidenciables, algunos muy oportunistas, profundizan aún más estás diferencias. Lagos, le hace un favor al Gobierno al pedirles que abandonen las carteras a Allamand, Golborne y Longueira. Sin considerar a personas de alto cargo ligadas al Gobierno Militar (o Dicatadura, como prefiera) o el ministro Hinzpeter que día a día junta más detractores, factor influyente directamente en los bajos índices de aprobación del Gobierno de Sebastián Piñera, junto a los ya mencionados previamente.
Los argumentos están expuestos, y espero que esta lectura sucinta le haya servido para dialogar con su visión del país y el Gobierno. Le vuelvo a presentar la pregunta con que inicié está exposición de hechos y añado otras, ¿Cuán malo es el gobierno de Sebastián Piñera? ¿Es buena su obra? ¿Qué pasa a la hora de abordar los temas importantes para el país? ¿A qué se deben las bajas cifras de aprobación? Los comentarios y el debate respetuoso es bienvenido.