Inscripción automática, voto obligatorio

Supongamos que soy profesora, actualmente le hago clases a un Cuarto Medio. Llevamos dos meses intentando aprender una temática en específico. Usualmente se evalúan los contenidos con una prueba, a la cual asisten todos ya que de alguna u otra manera les incide la nota: por NEM, para no repetir o quizás por la simple inercia de tener que dar la prueba.

Un día, se decide que mejor que las pruebas no sean con nota, sino que la simple evaluación voluntaria en quién quiere dar la prueba, sin incentivos ni incidencias. Suena perfecto y yo lo apoyo, porque habla de un entendimiento pleno de la libertad humana…total, ya son grandes ¿no?

Pero resulta que me llegan 10 a dar la prueba, de los que estudian, entienden lo que se pasa en clases, los que no tienen problemas mayores y tienen claro a dónde quieren llegar. Si me quedara con cómo les fue a esos 10, pecaría de mediocre pues son precisamente aquellos quienes no quisieron ir a dar la prueba los que más necesitan apoyo y los que al no ir a dar la prueba no me entregan ninguna información.

En el modelo normal en que todos tienen que asistir a dar la prueba, va a existir gente que les va bien, mal y un grupo quienes te dejarán la prueba en blanco. Este grupo sin quererlo ya te entrega mucha información: que se dieron la lata esa mañana de levantarse y que ni siquiera tienen las ganas de intentar responder o quizás ni siquiera entienden algo de la materia. De cualquier forma, tienes una retroalimentación.

Si tienes sólo 10 personas de las 40 que le haces clases ¿qué tienes? ¡Nada! No sabes si lo estas haciendo bien, mal o regular y lo peor es te puedes dar la licencia de pensar que estas enseñando de maravillas, ya que los resultados serán buenos…

Esto es lo que nos acaba de pasar como país: pecamos de agrandados al querer ponernos zapatos de adultos, siendo niños. De querer instaurar prácticas de educación superior en una sala escolar y así fue, como hoy tenemos un 66% o más de abstención en las elecciones.

Yo fui de aquellas que aplaudió el voto voluntario porque, en estricto rigor, es como debería ser. En un mundo en que todos somos hombres virtuosos y políticos (como bien lo describe Aristóteles) y vemos en el ejercicio cívico una forma de participar en la sociedad. Pero esto no pasa y hoy quedo demostrado que no pasó en Chile.

Propongo que volvamos a los zapatos de nuestra talla y esperar al día en que podamos darnos mayores libertades al momento de elegir quienes nos gobiernan. Pero antes no…

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