Recordando a Julio César y su ‘fua’

Mucho se habló en su tiempo acerca de un señor mexicano que –estando en evidente estado de ebriedad– habla acerca de un algo que a la persona le permitiría obtener un segundo aire, o bien, más fuerza y coraje para poder realizar una accion aparentemente imposible. Lo hace llamar el fua. El día de hoy ya nadie recuerda lo que fue esta noticia, o el personaje mismo del cual estamos hablando. Es más, fueron pocas las personas que se detuvieron a pensar sobre la real esencia acerca de este fua, o bien, algo sobre el mentor de aquel –risorio bajo el prisma de muchos– personaje.

Basta hacer una simple búsqueda en internet para averiguar más de esta persona, y de pasada, algo de su historia.

Resulta que este caballero, de nombre Julio César, originalmente solicitó una entrevista luego de ser encontrado durante la grabación de un programa mexicano de emergencias. Quería dejar un mensaje a su esposa –quién tiene a otro hombre según Julio– e hijos –quienes viven en el estado de México–. Trabajaba de seminarista sobre motivación personal, y luego trabajó como mesero antes de caer en el alcoholismo.

En un vídeo adjunto al original, también encontrable en el mismo canal, se cuenta este resumen, y luego de verle la suerte –lo que analizaré en otro artículo– y futuro a los rescatistas comienza con su discurso motivacional –dicho así porque es difícil describirlo de otra manera– y cómo nosotros podríamos aplicarlo.

Y es que su razón para motivarse se resume en una sola palabra que resulta hasta ser pegajosa: fua. Dice, luego, que este mentado fua es sacar el carácter del estómago, y luego la fuerza, y el poder. Y es que, quizás esto sea obtener una personalidad extra, algo que interiormente todos tenemos, pero que la gente no sabe que tiene, y que por ende, no utiliza.

Y con el fua, a uno también le es posible recordar, como bien dicen en este artículo, todos esos consejos que a muchos nos dieron cuando éramos pequeños acerca de la fuerza de voluntad. Ese aspecto que al parecer mucha gente ha olvidado, simplemente porque les es más fácil no enfrentarse a lo que en apariencia no pueden. En este punto es donde Julio destaca el uso del fua, acerca de dar el éxtra, de sentirse con mucho más poder, y fuerza de voluntad para poder desafiar a ‘la adversidad’.

Considerando que este señor es seminarista de charlas motivacionales, a lo mejor no es tan orate darle este segundo análisis más crítico a lo que a simple vista parece una humorada más de una persona bajo la influencia del alcohol, pero que, aplicados los filtros correctos, deja a la luz una realidad mucho más certera y valedera acerca de lo que es este fua.

Alguna gente suele llamarle a esto segundo aire, concepto utilizado mayoritariamente en el ámbito deportivo. Es cierto también (y repetido en más de una ocasión en este artículo) que la mayoría de la gente ignora esta característica propia que, mal que mal, está oculta en todos nosotros. El fua es solamente una representación verbal, y en este aspecto es un poco lamentable que la persona que le abrió los ojos a unos pocos haya estado ebrio, y que muchos sólo se limiten a disfrutar el ‘espectáculo’.

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