Hasta luego, que esté bien.
Chaito.
Me ha pasado una y mil veces. En la farmacia, en un almacén, en el taxi, en cuanta parte se puedan imaginar. Parece ser que el Chaito pasó de ser una caricaturezca expresión a ser parte de la idiosincracia chilena. Una suerte de característica perenne del español chilean way.
Me perturba y me enerva que me contesten con tan concepto. Ni siquiera concepto es. ¿Cómo es posible que alguien no sea capaz de contestar con un hasta luego, un hasta pronto o, ya, está bien, con un simple chao?
Desconozco los motivos, pero pareciera ser que por ignoracia, desconocimiento, despreocupación o dejación, la gente no se preocupa si quiera por utilizar palabras que existen. Hay personas que mal usan su vocabulario, otras que confunden las palabras, pero aquellas que usan el Chaito como parte de su léxico simplemente incorporan en su hablar palabras que no existen.
El Chaito no lo soporto, no lo tolero y no lo respeto.