Gracias Fonasa

Ya cuando en 1952 el Che Guevara, entonces estudiante de medicina, junto a Alberto Granado en su primer viaje por Latinoamérica,  visitara Chile existieron fuertes críticas a la calidad de la salud pública existente entonces en nuestro país. Y más que a la calidad, al funcionamiento visto desde un punto de vista global de nuestro tan comúnmente mal ponderado sistema de salud pública.

Y es que uno de los principales problemas es el histórico escaso financiamiento destinado para estos efectos. Normal es ver en hospitales públicos la falta de insumos, la poca y pobre infraestructura y, lo más grave, el agudo déficit de funcionarios. Así, es típica la directa inmersión de médicos en clínicas y centros médicos una vez éstos terminan sus estudios universitarios, o bien, el constante éxodo de médicos desde el sistema público hacia el sistema privado, el cual muchas veces ofrece más y mejores opciones de desarrollo profesional. Sé que habrán quienes dirán que el sistema público es la mejor escuela que un médico pueda llegar a tener. Está bien, si cree vd. que atender más atropellos y pacientes apuñalados en asaltos o riñas callejeras (que es lo que, en la práctica, diferencia a un hospital de una clínica privada) en un hospital público que en una clínica particular es mejor para la preparación profesional médica, allá usted. Y es que es innegable el hecho de que el mundo privado cuenta con mejor tecnología que el público; cuentan con las últimas versiones de dispositivos, equipos e indumentaria que ni si quiera un hospital público ha tenido, en toda la historia hospitalaria nacional, la posibilidad de conocer. Asimismo, no pocas de las intervenciones quirúrgicas de alta conplejidad son realizadas en establecimientos privados. Sin ir más lejos, sólo en 2012 se produjo la primera separación de siameses en el sistema público fuera de Santiago.

Ni siquiera comentar el hecho de que no conozco caso de presidente, ministro, diputado o senador de la última década que se atienda, junto a su grupo familiar, en el sistema se salud pública.

Caso: las trescientas lucas mensuales

Una familia compuesta por Juan, el padre de familia, Luisa, esposa de Juan, dueña de casa y madre de sus cuatro hijos: Claudia (17), Luis (13), Ricardo (9) y Beatriz (7), con un ingreso bruto de trescientos mil pesos mensuales tendrá un descuento por concepto previsional del 7%, $21.000 mensuales. Con esto, esta familia debe subsidiar, junto al aporte estatal que sabemos es completamente insuficiente para estos efectos, la salud de don Juan, doña Luisa y de sus cuatro hijos. Sí, despresiando el aporte fiscal, tan sólo $3.500 mensuales por persona. Una locura. Pero hilemos un poco más fino, porque, como ya sabemos, el estado no está invirtiendo lo suficiente en salud a la vez que esta familia sólo está aportando estos paupérrimos montos para su atención médica. Piense vd.: Basta con que tan sólo uno de los integrantes de este ficticio grupo familiar tenga una enfermedad de mediana gravedad con hospitalización en cualquiera de sus versiones para que este acontecimiento tenga costos asociados mayores a los que esta familia logra aportar al sistema en todo un año, quizás más. Esto, si es uno el enfermo. Son seis los integrantes de este grupo familiar. No pensemos si quiera en una enfermedad compleja de uno de los integrantes del núcleo familiar. Osea, no piense en enfermedades crónicas y/o terminales, transplantes ni intervenciones quirúrgicas complejas.

Alguien no está haciendo su trabajo

El estado no interviene las tasas de natalidad de familias en situación de pobreza, a la vez de que tampoco se hace cargo de manera adecuada de la cobertura de salud de estas personas.

Así es entonces cómo comienza todo este problema: El estado nada hace por proteger a las familias en situación de pobreza que, deliberadamente, tiene hijos a los que no pueden otorgar una salud de calidad, mientras que a su vez no se hace cargo de velar por el adecuado financiamiento del sistema salud del cual estas personas son parte. Entonces, ¿quién se hace cargo de la cobertura de salud de estos menores?. Es simple. Nadie.

* FONASA (Fondo Nacional de Salud): creado en 1979, es el ente financiero encargado de recaudar, administrar y distribuir los dineros estatales destinados a salud en Chile siendo una de sus funciones financiar las prestaciones de salud de sus beneficiarios. (Wikipedia)

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