Aquellos que se deleitaban con grandes de la música docta como Beethoven, Chopin o Mozart podrían haber dicho que el tango era música muy atrevida para el gusto de ellos. Aún recuerdo a mis abuelos cuando decían lo mismo sobre el rock setentero, ese mismo con el que mis padres y quizás los suyos gozaron muchas fiestas. Pero ciñámonos al presente. Tenemos ahora el reggaetón, música con contenido explícito en la mayoría de las veces y que a mucha gente le desagrada; aun así consigue un éxito considerable entre los jóvenes. ¿Por qué se produce esto?
Volvamos un poco atrás en la historia y tomemos primero el rock. Como sabemos, es música ruda en buena parte de los casos, y también se tiene por sabido que un gran porcentaje de las mujeres preferirá a un hombre rudo por razones biológicas (o de instinto, si así se quiere poner). Entonces, como resultado tendríamos que un rockero tendría más éxito con las mujeres, en comparación con alguien que disfrute de otro género de música más suave.
Ahora, traspasemos este mismo principio al reggaetón. Aquí el caso es un poco más complejo, ya que las canciones de este género en su gran mayoría hablan de sexo explícito, aunque la trama general de éstas sea completamente distante al sexo en sí. Podríamos decir, luego, que el resultante de este análisis sería que para los hombres genera un mayor grado de este éxito anteriormente expuesto, siempre hablando en términos de instinto o rasgos salvajes.
El ser humano necesita satisfacer diferentes tipos de necesidades a cada momento durante el transcurso de su vida. Y la música, a su vez, es un complemento que está presente durante la vida de todo ser humano desde tiempos muy remotos. En este caso en particular, estamos hablando de la necesidad sexual y de cómo la música puede complementar en esto.
Retomando: El reggaetón tiene esta característica peculiar de tratar la sexualidad como algo normal, destacando en todo momento el placer que éste podría conllevar. Aunque estamos claros de que por lo general a la mujer siempre se le deja como la que debe proveer de placer al hombre, las féminas que adoptan este género musical como suyo, aceptan esta situación. Y el hombre por consiguiente se ve beneficiado en cuanto a sus necesidades naturales refiere. Así, para el que escucha reggaetón en una fiesta bajo la influencia de bebidas etílicas le resultará mucho más fácil conciliar una relación sexual con una pareja, en contraste a lo que moralmente se considere dentro de los parámetros normales (llámese a esto confianza, cariño, afecto, amor, et cetĕra).
En conclusión, si consideramos estos puntos y la relación de la necesidad sexual y la música como herramienta, se cumple con el principio del máximo placer al menor esfuerzo, es decir, se populariza porque permite satisfacer necesidades naturales sin tener que emplear mucho ahínco en esto para conseguirlo.