Relatos

El día en que recuperé la vocación de enseñar

Es un día sábado como cualquier otro. Suena aquella alarma con una melodía agradable que lastimósamente te recuerda que debes despojarte de aquellas ropas que resguardan tu descanso nocturno. Caminas al baño a medio despertar y te duchas. Al término de ésta te espera el pocillo de azúcar y el tarro de café al ritmo de una tetera que silba avisando que podrás hacerte ese café instantáneo que un tanto amargo terminas agradeciendo a la mitad de la mañana.

Melancolía

Es un día de lluvia en el centro de la ciudad y Alfonso sale raudo de su lugar de trabajo para dirigirse a su hogar. El frío se apodera de las calles, intentando penetrar por las bufandas, guantes y abrigos de la gente que a horas de la tarde transita con un rumbo pero sin un destino. Todo parece marchar bien en la ciudad, las personas en las cafeterías disfrutan de un tentempié mientras otros mantienen conversaciones con un teléfono celular, pero nada de lo rutinario pareciera sorprenderle ya.

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