Para quienes no lo saben, tengo un gato y se llama Polo. Hoy con mi madre lo fuimos a dejar a una clínica para someterse a la cirugía de castración.
¿Por qué decidimos hacerlo?
Es una cuestión de comodidad para él, para mí y mi familia. Esta es la única manera de que con el tiempo no se vuelva un gato callejero y eventualmente, se escape.
Lo único que no queremos que pase es que cambie, de alguna forma, su manera de ver la vida.