Hace unas semanas no pensaba en que llegaría alguien a mi vida. Y aquel lunes, pese a que fue hace poco, lo recuerdo como si estuviese ocurriendo en este momento. Un objeto rondando mi cuello y unas manos dándome un abrazo. Aún sin saber con precisión de qué se trataba, mi mente se sonrojaba y mi corazón latía más rápido… los ojos cerrados dejando que pasara, sintiendo sus manos revolotear… podía sentir la felicidad nacer.

Una uñeta de uno de mis artistas favoritos. De esas cosas de las cuales te enamoras apenas las ves… y verlo ahí, como un obsequio suyo… la sensación es indescriptible. Y cada día que pasa, a cada momento sonrío al recordar su presencia, porque sé que dentro de ella hay mucho más de lo que externamente se ve. Y me encanta la sensación de tenerla conmigo… sentir que pese a como pueda estar, de todos modos me siento envuelto de cariño, me siento protegido, me siento feliz y con una sonrisa mágica en mi cara… cada vez le tengo más amor a aquella uñeta…

…y no sólo a la uñeta.