De flaites, cuicos y levantados de raja

Luego de una larga y muy interesante conversación con un cercano sobre diversos temas, creí importante escribir sobre esto. De flaites, cuicos y levantados de raja. Tres de los más notables estereotipos muy propios de la idiosincrasia chilena.

El tratamiento de estos estereotipos no es siempre trivial y por tanto, comenzaré definiendo lo que culturalmente entendemos por cada uno de estos tres personajes.

El flaite:

Este estereotipo existe desde aquellos sectores con mayor acceso a capital cultural, y que comúnmente son más acomodados, a todo aquel que no tenga un comportamiento social aceptable y/o no cumpla con inalterables cánones estéticos mínimos. Flaite es, entonces, todo aquel individuo de comportamiento o apariencia chabacana meramente por fuera del canon. Así, el flaite representa lo incorrecto, lo ordinario y lo indeseable.

El cuico:

El cuico, por su parte, es la contraparte del flaite y representa lo que los sectores con menor acceso a, entre otros, justicia, educación, salud y/o dinero tienen respecto de quien sí lo(s) posee(n). Así, el cuico representa, no pocas veces, el poder, la prepotencia y el materialismo.

Importante

La utilización de estos dos estereotipos es simétrica y extrínseca. Simétrica, dado que su utilización es contrapuesta entre flaites y cuicos. Con frecuencia el flaite es el que usa el estereotipo cuico para referirse a su contraparte, mientras que éste utiliza el estereotipo flaite para responderle. Sí, su uso es infinitamente recursivo. Extrínseca, porque cada uno de los estereotipos tiene sentido en la medida en que se aplica y se usa desde fuera del círculo social al cual se esté haciendo referencia. Esto es, un cuico nunca usará esta palabra mientras que un flaite nunca se catalogará como tal.

Así es como mientras lo flaite es malo, lo cuico es bueno. Lo flaite es no deseable a la vez que lo cuico es a lo que debemos aspirar. Es mejor ser cuico que flaite, dicen algunos. De aquí es de dónde nace el tercer estereotipo, el levantado de raja.

El levantado de raja:

Lo que pasa con este estereotipo me causa sentimientos encontrados y resquemores. Y es que nace de los intentos de un flaite por ser cuico. Eso es. Toda vez que alguien con el más mínimo historial de pobreza, austeridad o déficit en cualquiera de las áreas comentadas; a saber, y como dije: justicia, educación, salud y/o dinero intente acceder a todo, o parte, de aquello a lo que no tuvo acceso en el pasado, será catalogado, inmediatamente y sin más, como levantado de raja. Así, alguien catalogado inicialmente de flaite difícilmente podrá salir de dicha gratuita categorización sin pasar antes por la de levantado de raja. Y es que cualquier intento de surgir, de pensar en grande o bien de alcanzar sueños es desprestigiado ipso facto.

Un ejemplo

Si Juan Pérez (con todo el respeto que me merecen las personas con este nombre) en su infancia no tuvo acceso a una sólida base académica, no tuvo los medios para estudiar en la educación superior y/o estuvo más bien alejado del contacto con capital cultural de calidad y con ello, y otras cosas más, cayó en lo chabacano y socialmente incorrecto, con seguridad habrá sido calificado en su momento como flaite. Esta sola categorización le habrá costado caro. Muy caro. Y es que tan sólo le basta a Juan con intentar buscar mejores horizontes a través, por ejemplo, de su trabajo o del estudio para ser un levantado de raja. Juan nunca podrá frecuentar lugares cuicos sin ser un levantado de raja. Juan no podrá siquiera aspirar a un cómodo hogar para su familia, porque eso es de cuicos. Y si lo intenta, es por levantado de raja.

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