Farándula y su «importante» aporte social

Encender el televisor y ver…FARÁNDULA.

La televisión abierta de nuestro país me hace pensar en lo mediocre que puede ser la mentalidad de algunas personas; aquellos que a las 9a.m. encienden el televisor para revisar si los famosos que no conocen, y que nunca van a conocer, siguen siendo el tema del momento, o fueron ya suplantados por algún nuevo conflicto igual o más superfluo que el anterior.

Así los «queridos televidentes» alimentan día a día el ego de hombres y mujeres más presumidos y huecos que un cuchuflí de playa, si me entienden? Pues quienes consumen la porquería televisiva son los responsables de crear a personajes tan integrales y llenos de conocimientos como «Adriana Barrientos», quien no se conforma sólo con demostrar su exacerbada inteligencia en territorio nacional, sino que también viaja al extranjero para mostrar ante el mundo entero que la mujer chilena no tiene nada importante para decir, y no siente vergüenza de ello…

Sí…si me lo preguntan, (y aunque no lo hagan) puedo decir que en cuanto a rostros televisivos nuestro país se hace acreedor de los más grandes fiascos de América Latina, personas que lógicamente no tienen vergüenza de mostrarse como tontas, y que ayudan día a día  a alimentar el morbo de toda la población ociosa y sin una real conciencia social.

Imagino que las celebridades de nuestra farándula utilizan esto cómo un método para sobrevivir, ya que la gran mayoría de ellos no terminó su enseñanza media y no posee ningún mérito más que la infinita capacidad para hacer y decir payasadas de manera excepcional.

Y mientras ellos gozan del éxito que les producen sus polémicas, nosotros nos sentamos frente a la caja idiota diariamente para no perder ningún episodio de la emocionante vida que nos venden por pantalla; y los más osados gastan hasta $50.000 en entradas a discotecas u pubs en los cuales pueden disfrutar por 30 minutos de la actuación circense que darán sus “artistas” favoritos, o en caso contrario, gritarles insultos para ver su reacción… una reacción casi teatral en la cual si tenemos suerte, podemos observar llantos, e incluso gritos…¡Vamos, gastemos nuestro dinero y alimentemos su bolsillo, su ego, su fama y su estupidez!

Así concluye esta pseudo-crítica a la farándula chilena, me habría gustado explayarme un poco más, pero… ¿Para qué dar más protagonismo a quien mediante su propio drama puede hacerse conocido?

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