Un gran año

Hoy quiero expresar mi alegría ante el año que se nos va. El 2012 para mí fue uno de esos años que difícilmente se olvidan, pues muchas cosas buenas me pasaron. Y no sólo a mí, a nivel familiar existió una estabilidad en las relaciones que se mantiene hasta el día de hoy. Ni tantas peleas ni momentos incómodos. ¡Si hasta incluso los Mayas se equivocaron!

Quería agradecer a mis padres, quienes me han ayudado toda la vida y este año sí que me he percatado de ello. Mis hermanos, hermanas y primos, que si bien tengo pocos, son los mejores para mí.

Estoy feliz pues todas las metas académicas que me propuse fueron cumplidas. Pasé a segundo año con un promedio que no me lo esperaba y eso me tiene bastante optimista y decidida a terminar lo que me costó empezar.

En este artículo fuera de lo común, también le quería agradecer a todos en Dawncoffee por darme la oportunidad de publicar mis pensamientos y vivencias. Ha sido una experiencia muy grata y los editores que aquí escriben, aunque aún no los conozca en su mayoría, sé que son excelentes personas.

Año 2012, ¡no te acabes nunca!
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