Ser hijo único tiene muchas ventajas que se obtienen desde que se nace, una de las mas grandes es que se recibe absolutamente toda la atención y cariño que un padre o una madre pueden dar.
Pero, ¿Qué pasa si de un momento a otro, llega la noticia de que se avecina un hermano/a?
Cada niño puede reaccionar de distintas formas, algunos se alegraran ilusionándose con un nuevo compañero de juegos, otros podrían tener miedo a que sus padres lo quieran mas a él y a los demás simplemente no les importara o no le tomaran el peso suficiente.
Lo que es cierto es que muchos viven el mismo proceso cuando el hermano nace. El nuevo miembro de la familia pronto empezara a quitarle sus cosas, lo que ocasionara inevitables e incontables peleas, a medida que crecen el hermano menor heredara las ropas del mayor lo que posiblemente al mas pequeño no le agrade y pueda haber conflictos y además de todo eso el menor empezara a imitar las palabras, gestos y hasta el mismísimo comportamiento del mayor.
Sin embargo, mientras la vida avanza, uno crece y madura y se da cuenta de lo importante que ha llegado a ser esa personita que nació después de ti. Las peleas y malos ratos del pasado pasan a ser tan solo recuerdos divertidos. Te das cuenta que sin tu hermano tu vida no seria igual y que posiblemente no podrías vivir sin el.
El lazo que se crea entre los hermanos es especial y único y sé por experiencia propia que una vez que lo tienes llega a ser una de las cosas más importantes en tu vida.